Todo es nada que a su vez es ficción


Hay cosas que solo se dicen con la mirada; cosas que se dicen con simples gestos con las manos; cosas que se dicen sin decir absolutamente nada… estas son las mejores, lo que se dice en silencio son las palabras que mas valor tienen.

Callar a veces es gritar, a veces es paz y a veces simplemente es nada.

De vez en cuando la brisa me aturde con sus gritos, diciéndome que todo estará bien y que siga adelante disfrutando de cada rayo de luz que calienta mi piel. Esa piel que ha quedando marcada de tantos aterrizajes que he hecho a lo largo de este viaje.

Un viaje que no tiene comparación en lo que lleva de transcurso y que sé muy bien que lo siguiente será seguir haciendo paradas y embarcar a personas que estén dispuesta a seguir ese viaje, claro, haciendo escalas, porque ¿de qué serviría viajar sin tener tiempo de apreciar en cada lugar, cada segundo?

Un viaje se planea, pero hay veces en las que se arma de imprevisto y no te queda más que decidir al momento si irte y ver que pasa o quedarte y no hacer absolutamente nada.

Para mí, la vida es como un libro, un viaje con boletos rotos a un sinfín de universos. Como si fuera el mismo infierno en el centro del cielo.

Y aunque son las 12 de la noche y tengo clase temprano, quise rayar un poco estas hojas que estaban un poco sedientas de ruido.

Ayer me dijeron que hay tiempo para todo, seguido de una estúpida excusa que utilicé para no decir que no quería sacar tiempo para ese detalle en específico.

Comparto esa idea, en realidad siempre hay tiempo para todo, pero solo si así quieres que sea. Lo que escribo no es nuevo para nadie, en realidad todo sabemos todo, solo que nos hacemos los locos y de vez en cuando dejamos de darle importancia a las cosas sencillas que tiene este infierno.

El amor, el dolor, las emociones y expresiones…

Las actitudes son defectos; los defectos son virtudes.


¿Las casualidades no existen cuando dos personas sienten?

Si te hacen ver como no eres en frente de una persona ¿intentarías cambiarlo o simplemente dejarías que se deje engañar?

Sentarse en silencio… incluso caminar a solas.

Callar, gritar… de vez en cuando.

Correr… ¿escapar? No.

En la lluvia, sonríe.

Sube, agarra impulso y vuela tan alto como puedas, pero no por competencia y sin despegar los pies del suelo.

Baja de vez en cuando a escuchar (te).

Cada tropiezo, cada tormenta… pasaron por algo y seguirán.


                                                 
                                               Vivir¿

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